ABINADER TOMÓ PRESTADO EN DOS DÍAS LO QUE TRUJILLO NO HIZO EN 31 AÑOS
Por Francisco Reyes Guzmán
La “carrera desenfrenada de préstamos” que lleva el gobierno de Luis Abinader y el PRM es alarmante y debería ser enfrentada con olas de protestas masivas del pueblo dominicano.
En dos días, la Cámara de Diputados, dominada por congresistas del PRM, ha aprobado cuatro préstamos más, que elevan a más de US$12,000 millones la deuda contraída por el presente gobierno.
El miércoles 28 de julio, fueron aprobados tres préstamos por la suma de US$139 millones. Ayer, jueves 29 de julio, fue aprobado otro préstamo de US$100 millones, y no sabemos cuántos préstamos más se harán en estos cuatro años que, al ritmo que va este gobierno, terminaría cogiendo prestados un estimado de US$50,000 millones.
Habrá que refrescarles la memoria o hacerles saber a muchos ignorantes que en 31 de gobierno, Rafael Leónidas Trujillo tomó un único préstamo de US$5 millones para afrontar el estado de emergencia causado por el paso del Huracán de San Zenón, el 3 de septiembre de 1930, a sólo 18 días de haber tomado el poder.
Con esa suma, Trujillo reconstruyó la ciudad capital, dinamizó la economía y la agricultura, de modo que en pocos años el progreso era notable en la nación.
Con cinco millones de dólares el aparato productivo del país hizo posible que se construyera toda la infraestructura industrial de la época y que 17 años después la RD pudiera pagar su deuda externa.
Trujillo estaba consciente de que “un país hipotecado no tiene independencia financiera”. Ni puede desarrollarse si no tiene recursos propios.
Al ritmo que vamos, con más de $12,000 millones de dólares que en menos de un año ha tomado prestado Abinader, a los que se sumán los más de US$40,000 millones tomados por el PLD, es inminente la pérdida de la soberanía financiera y que la banca internacional se niegue a prestarle a la RD.
Si perdemos la solvencia económica, es probable que el país sea intervenido por la fuerza militar, como en 1916, y también sean intervenidas sus aduanas para el cobro de la deuda externa.
En lugar de tomar prestado, Abinader debió someter a la justicia a los ex funcionarios corruptos del PLD y despojarlos de las riquezas que han amasado con el robo al Estado.
Que nadie sueñe con que los corruptos del PLD serán despojados del robo hecho al erario público. Por el contrario, Abinader seguirá tomando prestado hasta que nos ahogue la deuda externa.
Si el pueblo no se manifiesta en las calles contra la avalancha de préstamos, “se lo comerán con yuca”.
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