PARADOJAS DEL DISCURSO DE ABINADER EN LA HISTÓRICA FERIA DE LA PAZ

Tal como habíamos destacado en un artículo anterior, el presidente Luis Abinader ha ahondado aun más la división entre trujillistas y anti trujillistas, con el Decreto 335-21 que declara el 30 de Mayo como Día de la Libertad.Tanto el referido decreto como el discurso de este sábado se presentan paradójicos en medio de los desaciertos del gobierno del PRM, plagado de escándalos desde antes de su instauración el pasado 16 de agosto.

Lo primero, es que se trata de un decreto anacrónico, dado que han pasado 60 años después del vil asesinato de Rafael Leónidas Trujillo Molina, un crimen premeditado que los enemigos del régimen consideraron que se trataba de un “ajusticiamiento”.

Resulta paradójico que Abinader, tratando de aglutinar a la población dominicana en torno a la conmemoración del llamado Día de la Libertad, lo único que logró fue revivir los ánimos de los trujillistas, para darle vigencia histórica al “Jefe” y sus obras de gobierno.Abinader ha actualizado la figura de Trujillo al extremo de que los trujillistas han invadido las redes sociales con imágenes alusivas a lo que fue su régimen.

Pero más paradójico es el hecho de que lanzó su discurso de condena al régimen de Trujillo desde el lugar considerado como la culminación de la Era de Trujillo, como es la Feria de la Paz y Confraternidad del Mundo Libre construida para celebrar los 25 años de su ascenso al poder.

Después de la muerte de Trujillo, cambiaron el nombre de ese lugar por el de “Centro de los Héroes” pero los moradores de la ciudad capital la siguen llamando “La Feria”. Todo este montaje improvisado del equipo de prensa del Palacio Nacional (obra también de Trujillo y sede del actual gobierno) ha sido para desinflar los escándalos que rodean a la administración gubernamental del PRM.En el fondo, Abinader solo logró “cuquiar” las avispas del trujillismo, que han aprovechado el “gaffé” para exaltar la memoria del “Jefe” y demostrar a los antitrujillistas que “el roble poderoso de la Patria” sigue vigente en la memoria del pueblo dominicano.No hay que ser trujillista para uno darse cuenta de que, aunque es imposible revivir la Era de Trujillo, pasarán muchas generaciones para borrar su nombre de la conciencia colectiva de la sociedad dominicana.Abinader logró los resultados contrarios a lo que se había propuesto. Mejor hubiera sido si se hubiera mantenido en silencio: se le fue el tiro por la culata.

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